DESNUTRICIÓN CRÓNICA INFANTIL
Disminuir a 4% el porcentaje de niños menores de 5 años con Desnutrición Crónica Infantil
El diagnóstico formal para determinar si es que un niño padece de desnutrición crónica infantil (DCI) implica que este, a los 5 años, no ha alcanzado la talla esperada para su edad y sexo. Sin embargo, la baja talla es solamente el síntoma visible, que refleja deficiencias nutricionales con efectos adversos sobre el proceso de aprendizaje y la salud de los niños y niñas.
Así, la desnutrición crónica infantil (DCI) tiene consecuencias para de largo plazo. De acuerdo a la UNICEF, una persona con DCI tiene mayores probabilidades de enfermarse y tener alguna discapacidad. La desnutrición también disminuye la capacidad intelectual y de aprendizaje, reduce la capacidad física y la productividad. Además detiene el crecimiento y desarrollo físico. Por ello, es necesario reducir la incidencia de la desnutrición en la población, ya que es uno de los factores más importantes en la formación de capital humano.
Hay diversos factores que pueden generar este problema, como la pobreza, las condiciones en las que se preparan los alimentos en el hogar o la educación de los padres. La pobreza limita el acceso a alimentos balanceados y ricos en nutrientes, como las proteínas por ejemplo. De igual modo, muchas veces la DCI es producto de enfermedades diarreicas o respiratorias, que se potencian por la deficiencia en calidad y cantidad de la alimentación que los niños reciben. Entre otras cosas, tener acceso a agua limpia es muy importante. Finalmente, la educación de los padres y madres también determina la capacidad de elegir alimentos balanceados y prevenir enfermedades.